Cada vez es más habitual observar que dentro de nuestras familias existe un miembro o varios que adquieren el rol de cuidador sobre los miembros más ancianos de la familia e incluso a veces se convierte cuidador de personas con deterioro cognitivo.
Una característica que diferencia a la sociedad actual de sociedades anteriores, es el significativo aumento de la esperanza de vida de la población en los países desarrollados. Este hecho ha supuesto modificaciones en las estructuras familiares y nos ha exigido llevar a cabo una adaptación a las nuevas circunstancias.
El cuidador principal puede sentir miedo, inseguridad, preocupación e incluso irritabilidad, provocados por el hecho de enfrentarse a una nueva situación y ante un rol al que no está acostumbrado. Deberá tomar decisiones que en ocasiones conlleve importantes consecuencias, se enfrentará a momentos que requieran un gran control emocional, sentirá un abandono de su proyecto vital y desconexión de la vida social.
Cómo ser cuidador de personas con deterioro cognitivo
Un cuidador cansado y abatido no sólo está sufriendo un gran malestar y confusión emocional, sino que paradójicamente no podrá proporcionar los cuidados necesarios y de calidad que el anciano necesita.
Las siguientes recomendaciones pueden aliviar la situación:
- Descansar. Ocuparnos de todas las situaciones o querer estar constantemente en alerta pueden impedir un descanso adecuado.
- Tener tiempo para uno mismo. El cuidador necesita tener tiempo para uno mismo, no olvidar su individualidad y desconectar de la situación que vive. No debe descuidar el autocuidado, su aseo e imagen, sus hobbies, etc.
- No descuidar la vida social. Los amigos y las relaciones sociales con el entorno son una gran fuente de bienestar que el cuidador no debería perderse.
- Expresar las emociones. Debe canalizar y expresar emociones con la finalidad de descargar sentimientos negativos, organizar pensamientos y organizar estrategias para la resolución de problemas.
- Tomar vacaciones. Desde el ámbito familiar no suele tenerse en cuenta el merecido descanso que el cuidador necesita, bien porque no se ve desde el punto de vista laboral o porque el propio cuidador rechaza tal idea.
- Seguir hábitos saludables. Cuidar el estado físico, la alimentación y el sueño, son totalmente necesarios para poder llevar una buena calidad de vida.
- Organizar el tiempo. Prever posibles problemas y delegar tareas en el entorno. Una buena organización diaria y mensual ayudará a no tener que está constantemente tomando decisiones, anticiparse a los problemas harán que estos disminuyan y delegar en tareas, bien en familiares o instituciones, hará que la carga disminuya.
Si eres cuidador de personas con deterioro cognitivo, intenta llevar a cabo estos consejos para aliviar la tarea y cuéntanos qué tal.