Nuestro cerebro envejece con la edad pero, cuando lo hace con un deterioro mayor a lo esperado, sin llegar a encajar con una demencia, lo llamamos deterioro cognitivo leve.

La demencia conlleva un deterioro importante de varias funciones cognitivas que afectan a la autonomía de la persona que la padece, pero ¿qué ocurre cuando nuestro cerebro no envejece de forma sana pero tampoco lo hace como con una demencia? Se trata de un estado intermedio entre envejecimiento normal y patológico. 

Características de una persona con deterioro cognitivo leve

Hoy en día existen varias clasificaciones que nos sirven para encuadrar la sintomatología de un deterioro cognitivo leve. Petersen, en el año 2000, publicaba los criterios diagnósticos del deterioro cognitivo amnésico, criterios que a día de hoy siguen siendo un referente:

1. Quejas de fallos de memoria, preferiblemente corroboradas por un informador fiable.

2. Rendimiento cognitivo general normal.

3. Evidencia objetiva de defectos de memoria inferior a 1,5 desviaciones estándar en relación a media de su edad.

4. Ausencia de defectos funcionales relevantes en actividades de la vida diaria.

5. Ausencia de criterios diagnósticos de demencia.

Por tanto, una persona con deterioro cognitivo leve, será autónoma y funcional para la mayoría de actividades que se dan en su día a día. Sin embargo, es importante mencionar que este estado es más probable que pueda avanzar hacia una demencia. Aquí cobra especial relevancia un plan de estimulación cognitiva individualizado para impedir dicho avance. Y ahí es donde Método Wits puede ayudarte.