La vuelta al colegio en la era COVID es una etapa llena de distracciones, retos y dificultades, un momento en el que necesitamos ayudar a nuestros hijos, pero también necesitamos pautas para saber ayudarlos.

Al igual que nos ha afectado a nosotros, también ha afectado a nuestros hijos y a todo su entorno a nivel personal, pero también a nivel escolar y académico.

Más de un año después del comienzo de la pandemia, volver al colegio en la era COVID todavía nos genera incertidumbre y cierto temor a la integridad física por el contagio, pero también a cómo volver a enfrentarnos a esta situación.

Cuando hablamos de la vuelta al cole, también debemos tener en cuenta que nuestros hijos también madrugan, van a su trabajo, tienen que aprender y prestar atención, correterar y saltar, hacer actividades por la tarde y otras actividades extraescolares y, además, estar atentos a los protocolos COVID. Por tanto, igual que nos pasa a nosotros, es normal que lleguen a casa cansados, irritables o gruñones.

Muchas veces nos olvidamos de que nuestros hijos también son personas, pero personas que están aprendiendo. Si fuéramos capaces de conectar con ese niño interior que éramos, seríamos más capaces de entender lo que piensan o lo que están sintiendo en ese momento, siendo mucho más certeros a la hora de darles una explicación.

Estrategias de aprendizaje para superar la vuelta al cole

Cuando hablamos del momento de estudio de nuestros hijos tras la vuelta al cole, y más ahora en la era covid, debemos recordar que estudiar no es sentarnos en una silla a memorizar el texto que tenemos delante. Estudiar consiste en desarrollar una serie de estrategias de aprendizaje, esas habilidades que ponemos en marcha cuando tenemos que adquirir una nueva información.

Las estrategias de aprendizaje dependen de tres factores: personales, instrumentales y ambientales. Todos estos factores se apoyan en una serie de funciones encargadas de ejecutar una acción concreta. Aunque son muchas, hay tres básicas relacionadas con el ambiente académico: atención, concentración y memoria. Veamos todos estos conceptos.

Factores personales

Los factores personales son aquellos que dependen de la propia persona, como la motivación, la autoestima, el sueño, la alimentación o la actividad física. De hecho, son los factores que más influyen a la hora de que nuestros hijos se sienten a estudiar.

Cuando hablamos de motivación hacemos referencia al grado de interés sobre algo. Tenemos que conseguir que nuestros hijos sepan por qué estudian, intentando motivarlos a corto plazo, yendo a temas concretos. Nuestro hijo debe encontrar la atracción al por qué estudiar. Sino, considerará que va al colegio únicamente por obligación y, cuando hacemos algo por obligación, no lo interiorizamos ni disfrutamos de ellas.

La autoestima es la idea que yo tengo de mí mismo y de mis capacidades. Hay que tener mucho cuidado con las etiquetas, porque al final nos comportamos tal y como nos etiquetan.

El sueño y la alimentación son dos hábitos primarios del ser humano. Si desde pequeños conseguimos instaurar estos dos hábitos de forma correcta nos facilitará instaurar el resto de hábitos a lo largo de nuestra vida. Tener una buena higiene del sueño, unas buenas rutinas establecidas, es muy importante para un adecuado descanso. En cuanto a la alimentación, debemos tener en cuenta cuidar la pirámide nutricional, que también influye en nuestra capacidad de concentración.

La actividad física también influye positivamente sobre el rendimiento mental, sobre la generación de neuronas, sobre la capacidad de atención y sobre la capacidad de concentración. Además, cuando se lleva a cabo en grupo, también comienza a desarrollar habilidades como el trabajo en equipo, la resolución de problemas, de compartir, etc.

Factores instrumentales

Los factores instrumentales son aquellas herramientas de trabajo que sirven de apoyo para ser más eficientes a la hora de ejecutar la tarea. Estos factores se basan principalmente en las técnicas de estudio: la capacidad de síntesis, de subrayado, de elaborar esquemas y resúmenes… que a su vez sirven para que los padres también puedan liberarse y no tener que estar pendiente todo el tiempo, dotando a nuestros hijos de autonomía y autoridad.

Además, esto les ayudará a aprender a planificar el tiempo, ser previsores y entender sus capacidades. Si les animamos a que estas planificaciones las hagan por escrito y después comprueben si han sido capaces de cumplirlas, serán cada vez más realistas en la ejecución de sus tareas y en el tiempo que les lleva cada una.

Factores ambientales

Los factores ambientales hacen referencia al ambiente donde nuestro hijo se sienta a estudiar. Lo ideal es que este lugar de estudio tenga pocos elementos de distracción, esté despejado, con una silla cómoda y una mesa amplia. Debemos tener un orden en la habitación de estudio, una organización física del espacio para que no se convierta en un elemento de distracción. Y, por supuesto, que no haya ruidos.

Funciones ejecutivas que afectan al estudio

Las funciones ejecutivas son aquellas que se ponen en marcha cuando exigimos cualquier actividad a nuestro cerebro.El punto clave está en la atención. Es la que manda sobre el resto de funciones ejecutivas.

La atención es la función que hace que enfoquemos nuestros esfuerzos hacia algo concreto a través de los sentidos. Cuando conseguimos gestionar de manera correcta nuestra capacidad de atención y centrarnos en una tarea concreta, entra en marcha otra función ejecutiva: la concentración, que hace que nos mantengamos en una tarea durante un periodo de tiempo determinado. Es muy común confundir estos conceptos.

Otra de las funciones ejecutivas involucradas en el estudio es la memoria. Tenemos varios tipos de memoria: a corto plazo, de trabajo, a largo plazo. La memoria a corto plazo es la que recibe la información y tiene una duración determinada; cuando comprendemos y entendemos esa información, entra en marcha la memoria de trabajo; y, una vez que anclamos esa información nueva con otra que ya sabía de antemano, está trabajando la memoria a largo plazo, que es la que utilizaremos a la hora de hacer un examen para recordar la información.

Para poner en marcha todo esto a la hora de estudiar en casa tras esta vuelta al cole en la era COVID solo tienes que empezar por seguir estas sencillas pautas:

  • Mantener más o menos los mismos ritmos diarios: levantarnos y acostarnos a la misma hora.
  • Descansar después de comer.
  • Tener cuidado con la carga extraescolar
  • Sentarnos a estudiar a la misma hora, en el mismo sitio y marcarnos objetivos (planificar).
  • Observar y escuchar qué está pasando.
  • Acudir a profesionales si es necesario.

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