A veces nos cuesta mucho sentarnos a estudiar y memorizar todo el temario se convierte en misión imposible. En este post te contamos algunas técnicas para estudiar mejor y de forma más eficaz.

Es muy común caer en el error de que para estudiar hay que invertir mucho tiempo obviando el resultado que se obtiene de dicho tiempo invertido. Es decir, hay que hacer hincapié en aspectos como el horario, la zona de estudio y las técnicas que utilizamos para tal fin.

Estudiar requiere esfuerzo y constancia, sin duda, aspectos muy importantes, pero no hay que pasar por alto otros aspectos no menos importantes como la organización o la motivación.

La motivación, clave para estudiar mejor

La motivación tiene una parte vital, ya que es el motor que inicia nuestro comportamiento hacia el estudio. La motivación nos dará ese impulso que necesitamos para arrancar. 

Por su parte, la constancia y la perseverancia nos llevarán a conseguir ese ansiado objetivo y para activarla debemos respondernos a una pregunta: ¿para qué estudio?

El primer paso para aprender a estudiar se da en clase, donde debemos prestar toda nuestra atención, tomar buenos apuntes, tener una buena planificación en cuanto a exámenes y trabajos a entregar con tiempo y antelación (ser previsores), estructurar el contenido y dividirlo en otros más sintéticos. Y, aunque sea algo que demos por hecho que todo el mundo sabe, preguntar cuando no sepamos o no entendamos lo que nos están explicando o estamos estudiando es fundamental.

Técnicas para estudiar en casa 

Este procedimiento sigue su curso en casa, donde deberemos seguir unas pautas o rutinas diarias. En este sentido, estos consejos te ayudarán a mejorar tu rendimiento durante las largas jornadas de estudio: 

  • Respetar el horario de estudio para intentar que sea siempre el mismo.
  • Optimizar la zona de estudio: la habitación ha de estar bien iluminada, ventilada y cómoda.
  • Presta atención a la organización: mantener el orden y la limpieza hará que nada de nuestro alrededor nos distraiga.
  • Planifica con antelación. Antes de ponernos a estudiar debemos tener claro por dónde empezar y por dónde acabar. 

Hay que ser responsables y conscientes de nuestras obligaciones ya que es algo que nadie más puede hacer por nosotros. Nadie te puede garantizar que siguiendo estos pequeños consejos obtengas el aprobado, pero no cabe duda de que las posibilidades son mayores, y más probable será alcanzar el objetivo. 

Así que, persevera ante los altibajos (que los habrá), piensa en el premio y no te desanimes. ¡Tú puedes!